2010/06/07

Carta abierta al recientemente creado grupo banca cívica y a la CAN en particular

Desde el AA-MOC-KEM (Alternativa Antimilitarista-Movimiento de Objeción de Conciencia) queremos realizar una llamada de atención a las distintas entidades que componen la recientemente creada Banca Cívica para manifestar nuestra preocupación por sus inversiones en fábricas de armas.
Tal y como puede comprobarse en sus informes y memorias anuales hemos comprobado que Caja Navarra es el socio mayoritario de Oesia Networks S.L. con un 33 % de su capital social.


Oesia tiene 3 áreas de negocio y en una de ellas, Ingenieria y Servicios Avanzados, que supone el 30 % del negocio, trabaja para el Ejército a través de la empresa Tecnobit.
Entre la actividad desarrollada por Tecnobit en 2009 destaca que la multinacional de Defensa y Aeronáutica estadounidense Lockheed Martin ha calificado a Tecnobit como suministrador estrella (Star Supplier). Techobit ya era Preferred Supplier (un grado menos que Star) desde 2008. Esta compañía estadounidense sólo tiene 150 suministradoras estrella de entre los más de 11.000 con los que trabaja en todo el mundo, lo que da idea de la calidad que le ofrece Tecnobit.
 
Según el diario Lanza, Tecnobit suministra a Lockheed Martin elementos de aviónica para los helicópteros 
MH-60R de la multinacional norteamericana ( INFODEFENSA )
 
Nos preocupa sumamente la cultura de guerra que impregna a una parte de los gobiernos mundiales que nos 
trae guerras como la de Irak, Afganistán o el Congo entre otras y a la que contribuyen de forma decisiva la 
venta de armas.
 
Pero nos preocupa también la ética de las personas y de las entidades y no entendemos cómo es posible que 
una entidad que se denomina “cívica” pueda invertir en determinadas industrias, entre las que se encuentran 
la armamentística. 
 
No entendemos cuál es el significado que en Grupo Banca Cívica y CAN dan al concepto “cívica” pero si 
hace referencia a la ciudadanía, no entendemos cómo pueden invertir en este tipo de industrias y más, cuando 
en el caso de Navarra, el rechazo a la guerra ha sido manifiesto (amplias manifestaciones durante la guerra de
Irak) incluso por parte de las instituciones y cuando casi mil jóvenes dieron con sus huesos en la carcel o 
fueron inhabilitados por no querer participar en la estrategia de guerra, que suponía el servicio militar.
 
Esperamos y solicitamos que tanto Caja Navarra como el Grupo Banca Cívica reconsideren sus inversiones
en fábricas de armas y que en caso contrario, por favor, retiren la denominación de cívica de su nombre.

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